ÉRASE UNA VEZ...EN LONG ISLAND
“Érase una vez en la costa norte de Long Island…” así comienza uno de los cuentos más bonitos de la historia del cine. La segunda aparición importante de Audrey Hepburn en la gran pantalla. Sabrina (Sabrina 1954) del maestro Billy Wilder supone la consagración de la actriz que había maravillado al mundo en su debut en Vacaciones en Roma (Roman Holiday 1953) a las órdenes de William Wyler sólo un año antes. Sabrina es un cuento de hadas, una revisitación de la Cenicienta que encuentra el príncipe azul, aunque con el inconfundible aroma de ese romántico empedernido que fue Billy Wilder. El genio austríaco siempre presumió de ser un mordaz, sarcástico e irónico personaje pero vista su filmografía es evidente que bajo esa fachada siempre se ocultó un cultivado romanticismo quizá adquirido por su procedencia natal, la Viena imperial. Sabrina Fairchild va a convertirse en un personaje imprescindible en la filmografía de Wilder pero sobretodo en la de Audrey Hepburn.